¡¡Buenos días!! Esta semana continuamos con nuestra primera
unidad. Esta semana vamos a comenzar conociendo a un dragón muy especial. Se
llama Fip. El pobrecito no tenía ningún amigo, vamos a descubrir su historia y
cómo consiguió tener amigos.
CUENTO:
FIP, EL DRAGÓN SIN FUEGO Y SIN LLAMAS
Fip era un dragón diferente. No tenía el aspecto terrorífico de
sus primos y hermanos. Siempre estaba alegre y de buen humor. Y no
escupía fuego. Y es que Fip, al contrario que todos los demás dragones, tenía
corazón. Era tan chiquitito que nadie sabía que lo tenía, y lo
reservó para poder querer a un amigo.
Por miedo a que se le llenara un corazón
tan pequeño, eligió hacerse amigo de una hormiga. Se sintió feliz teniendo una
amiga, y resultó que aún le quedaba libre un pedacito de corazón.
Lo usó para hacerse amigo de un ratoncillo, que tampoco lo gastó del todo, y
detrás le siguieron un pájaro, una liebre, una oveja, un oso y otros animales. Fip
empezó a sospechar que el cariño por sus amigos nunca llenaría su corazón,
y dejó de preocuparse por su tamaño. Hizo tantos amigos como pudo y se
convirtió en un dragón feliz.
Lo que no sabía Fip era que, igual que el
odio encoge los corazones, el amor los agranda. Su corazón creció tanto
que los demás dragones terminaron por descubrirlo. Llenos de rabia y
envidia lo encadenaron para abrasarlo. Mientras las cadenas lo sujetaban para
que no volara más que unos metros, decenas de dragones lo rodearon listos para
lanzar sus llamas. Fip pensó en sus amigos y la pena que sentirían por
él, y decidió luchar. Cerró los ojos y con todas sus fuerzas trató de
lanzar la primera bocanada de fuego de su vida…
No lo consiguió. Él no escupía fuego. Pero
un ruido como de agua le hizo abrir los ojos. A su alrededor los
dragones miraban asombrados y empapados. De la boca de Fip había surgido un
río más poderoso que el fuego de mil dragones. Sorprendido, volvió a intentar
escupir agua, pero esta vez surgieron rayos que rompieron sus cadenas.
Al tercer intento sopló un viento envuelto en aromas de flores que secó a los
dragones y arregló el desastre causado por su río. Ante el asombro general, Fip
siguió soltando por su boca todo tipo de regalos y bendiciones, tan
poderosos que lo convirtieron en el rey de las montañas.
Así fue como los dragones descubrieron que
tenían un corazón diminuto y lleno de ira que solo escupía fuego. Pero ahora,
gracias a Fip, sabían que podía escupir cualquier cosa. Solo había que vaciarlo
de odio y de rabia para poder llenarlo de amigos.
FIN
Aquí os dejo una imagen del dragoncito Fip. Podéis colorearla usando todos los colores que queráis. Es un dragón que se puso a hacer cosas por los demás para que fuesen sus amigos. Jesús también quiere que nosotros hagamos cosas buenas para que tengamos muchísimos amigos.
Terminamos con la canción “Yo tengo un amigo que me ama”. ¿Sabéis quién es ese amigo? ¡¡JESÚS!!
Que paséis
una semana estupenda y recordad...¡¡Sed felices!!
Susana Brox
No hay comentarios:
Publicar un comentario