Esta semana comenzamos una nueva unidad: JESÚS ME ENSEÑA A REZAR. Pero...¿sabemos lo que es rezar? Rezar es hablar con Jesús, rezar es hablar con Dios. Podemos hacerlo de muchas maneras; podemos utilizar oraciones que han escrito otras personas para hablar con Jesús, podemos aprenderlas de memoria para decirlas, como por ejemplo:
JESUSITO DE MI VIDA
TÚ ERES NIÑO, COMO YO
POR ESO TE QUIERO TANTO
QUE TE DOY MI CORAZÓN.
TÓMALO, TUYO ES, MÍO NO.
Hacemos una rueda de preguntas de tipo: ¿conoces alguna oración? ¿Cuál? ¿Quién te la ha enseñado? ¿Cuándo rezas?
Pero también podemos hablar con Él como con un amigo. Podemos buscar ratitos de silencio (en la cama por ejemplo, o en el coche, o en cualquier momento que queramos) y pedirle ayuda en cosas que necesitamos o que queremos mejorar (ayúdame Jesús a portarme bien en el cole, ayúdame a obedecer a mamá y papá, ayuda a la abuelita a ponerse buena, ayuda a mi tío a tener un trabajo...). También podemos rezar dando gracias por todas las cosas que tenemos (gracias Jesús por mi familia, gracias Jesús porque tengo una casa, gracias Jesús porque tengo comida...). Por la noche, cuando nos acostemos, le podemos contar a Jesús como ha sido nuestro día y pedirle que nos ayude al día siguiente.
Hay muchas veces en las que Jesús está con nosotros y no nos damos ni cuenta. Vamos a ver como una niña llamada Alicia está buscando a Jesús y, como al final, lo encuentra en pequeñas cosas que están muy cerca de ella:
ALICIA BUSCA A DIOS
Un día, una niña llamada Alicia pensó: “Quisiera conocer a Dios. ¿Dónde lo podré encontrar?”.
Dios escuchó su pregunta y a la mañana siguiente le regaló un bello amanecer. Pero Alicia no le dio importancia. En el colegio, le preguntó a la profesora de religión y ella le respondió:
– Dedica todos los días unos minutos a estar en silencio y sentirás a Dios.
Alicia lo intentó, pero no lo consiguió, pues le gustaba mucho hablar y no era capaz de estar en silencio.
Dios deseaba que Alicia lo encontrara, así que siguió enviándole señales de su presencia. Una tarde, unos pajaritos se posaron en su ventana y comenzaron a piar una bella melodía, pero Alicia estaba tan distraída jugando que no los oyó.
Salió a pasear al parque y entró en una iglesia. Pero allí sólo vio imágenes inmóviles que no hablaban, y se marchó de allí.
Cuando llegó a su casa, su madre se acercó y le dio un beso. Alicia no se dio cuenta; estaba muy ensimismada pensando en cómo podía encontrar a Dios.
Esa misma noche se acostó muy triste porque le parecía que era imposible encontrarse con Dios. Pero mientras dormía, Dios le dijo en sueños:
– Alicia, hoy te he enviado muchas señales: el bello amanecer, los pajaritos, la iglesia y el beso de tu mamá. Todos son regalos para que te puedas encontrar conmigo.
Al día siguiente, Alicia sintió un cambio muy importante en su interior. Al fin lo había encontrado. Sintió que Dios estaba en su corazón, en las personas cercanas y en la naturaleza.
FIN
Vamos a colorear cuidadosamente nuestra portada para este tema:
Terminamos con una canción que nos habla de lo que es orar, porque la oración es hablar con nuestro amigo Jesús:
Que paséis una semana estupenda y
recordad...¡¡Sed felices!!
Susana
No hay comentarios:
Publicar un comentario