EL CUENTO DE LA HERMOSA MARIPOSA
Había una vez un jardín en el que volaba una hermosa mariposa que se posaba de flor en flor. De repente, vio un gusano recostado en una rama. La mariposa se acercó para saludarlo:
- ¡Hola amigo gusano!
- ¡Tú no eres mi amiga! – le dijo el gusano con tono enfadado
- Pero…¿Por qué dices eso? – preguntó sorprendida la mariposa
- ¿Es que no te has dado cuenta de lo hermosa que eres? Eres muy bella y yo, sin embargo, soy un arrugado y feo animal, y encima, tengo que vivir arrastrándome toda la vida, sin tener la oportunidad que tienes tú.
- ¡No digas eso señor gusano! -dijo con pena la mariposa.
- ¡Sí lo digo! ¿Es que no te has dado cuenta de que soy presa fácil para que otros animales me atrapen y me coman? Por eso tengo estos colores tan horribles, para que no quieran comerme – dijo el gusano.
La bella mariposa sintió mucha pena por el gusano y, por eso, se acercó con mucha dulzura al gusano y empezó a hablarle muy suavemente:
- ¿Sabes una cosa? Yo también fui gusano como tú. Tuve que pasar por las mismas dificultades por las que estás pasando tú. Pero yo no le veía ni lo veo como algo negativo. Los colores que tienes y que no te gustan porque te parecen feos, son para protegerte de los depredadores (son los animales más grandes que podrían comerte). Si luchas cada día con fuerza, podrás alcanzar lo que deseas sin envidiar lo que tienen los demás. Acéptate como eres y verás que en el futuro serás bello y hermoso no solo por fuera, sino también por dentro.
Así, el gusano entendió que todos tenemos problemas y momentos difíciles en la vida, pero que lo importante es luchar por lo que tenemos en el presente y luchar por lo que deseamos alcanzar en el futuro.
Entonces pasó el tiempo, y, de repente, un día el gusano comenzó a sentirse raro. Tenía mucho sueño y se acostó a dormir. (sonidos de ronquidos...) ¡¡Durmió durante una semana entera!! Después, al fin se despertó. Notó que se sentía diferente. Cuando se miró la espalda, con gran sorpresa se dio cuenta de que ¡le habían salido alas! Por fin el gusano había dejado de ser feo, ahora era hermoso como su amiga la mariposa.
FIN
Igual que el gusanito protagonista de este cuento, todos podemos cambiar, y la Cuaresma es un tiempo estupendo para hacerlo (sobre todo para cambiar por dentro, para cambiar nuestro corazón).
Hoy vamos a hacer una mariposa de Cuaresma que nos recuerde que estamos a tiempo de cambiar e intentar ser mejores con todos los que nos rodean; más amables, más cariñosos, más obedientes, más simpáticos, más generosos…
Vamos a colorear un gusanito como el de nuestro cuento, pero le vamos a dar alegría, le vamos a dar color. Pintaremos cada circulito del gusano de un color diferente y también las letritas de la palabra "Cuaresma" de colores.
¿Veis que el gusano tiene 5 círculos? Es por las 5 semanas de Cuaresma. ¿A que ya sabemos contar hasta el 5? ¿Lo hacemos? ¡¡Uno, dos, tres, cuatro y cinco!! Después hay un círculo del Domingo de Ramos (que ya veremos más adelante lo que es) y el último círculo tiene una cruz porque al final de la Cuaresma nos encontraremos con nuestro amigo Jesús.
Terminamos con una canción muy marchosa que se titula “Conviértete” que habla de convertirnos en otra cosa, en alguien más bueno, en alguien mejor que se parezca a nuestro amigo Jesús.
Que paséis una semana estupenda. Y recordad…¡¡Sed felices!!
Susana
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